Publicado: domingo, 20 de noviembre de 2016

Cortázar, su genialidad y el capítulo 34 de Rayuela

Decía el propio Cortázar que la edad ideal para leer Rayuela es a los 21 años, y sí, hay un dejo de verdad en la frase, aunque realmente la edad no importa cuando se quiere perder entre universos de personajes en los que, irónicamente, se puede encontrar uno mismo.

Publicada en 1963, Rayuela es la obra literaria más popular del argentino Julio Cortázar, y una de las piezas fundamentales del boom latinoamericano, considerada entre las mejores 100 novelas en español del siglo XX. Y es que es su argumento difuso es una de las característica más representativas de la historia pues  en sus líneas se lee de cierta forma a la vida pero sin que necesariamente tenga ésta una introducción, un nudo y un desenlace.

Pero si ya leíste la novela, hoy sabrás que, sin duda alguna, el capítulo que trata de una genialidad literaria es ése en el que queda de manifiesto que su naturaleza es el reto a la concentración, esta es la forma de expresarse a hablar simplemente del capítulo 34 del libro de Rayuela, obra del escritor argentino-francés quien destacó por contar una historia en la que transgredió lo literariamente conocido, al menos durane aquél entonces.

Rayuela (1963) es una polémica novela que se adentró en un ambiente contestatario, revolucionario, en fin una antinovela, pero ¿qué importancia tiene esta magna obra latinamericana?

Para muchos la respuesta está en que esta novela “no necesita entenderse” sino sólo sentirla, verse tocado, excitado o motivado.

“En septiembre del 80, pocos meses después del fallecimiento de mi padre, resolví apartarme de los negocios, cediéndolos a otra casa extractora de Jerez tan acreditada como la mía…”.

Este es el inicio del capítulo en mención en el cual, diversos literatos apuntan que es el orden correcto de comenzarlo. En este capítulo existen dos historias, dos hechos en los que Cortázar plantea contarnos dos tramas distintas pero en el mismo instante y en otros lugares. Ahí, Horacio, el protagonista masculino de la obra, coge un libro de un autor por el que no siente tanta devoción, Benito Pérez Galdós, proponiéndose a leerlo pero comienza a pensar, he ahí donde surge una variedad de palabras acerca de lo que ocurre en distintos sitios pero muy dentro de la memoria de Horacio.

La mente de Oliveira piensa mientras lee superficialmente el primer párrafo de “Lo prohibido” y va descalificando a Lucía (la Maga) y a Galdós por igual.

Asi es lo impresionante y vanguardista de este libro, en el que exclusivamente, en este capítulo, hace frente a dos historias. La manera de leerlo es sencilla: líneas pares e impares.

En este y otros momentos de lectura de Rayuela, Cortázar coloca a Galdós con autores de tercera fila como Vicki Baum y con una supuesta literatura “decimonónica” tediosa y vulgar. Precisamente en el 34 (capítulo) se intercalan líneas de “Lo prohibido”, de Galdós, poniéndola como “una novela mal escrita” bajo los argumentos reflexivos de Horacio Oliveira.

Rayuela es una lectura casi obligatoria y su alcance se ha dejado ver alrededor del mundo. El título ha despertado el interés no sólo de los amantes de las letras, sino de críticos y pensadores quieres creen que Rayuela es un juego literario que se lee de tres maneras… o eso es lo que se cree hasta hoy.

Razones por las que Freud es el verdadero padre del surrealismo

“Cualquiera que despierto se comportase como lo hiciera en sueños sería tomado por loco”.
Sigmund Freud


Es difícil hablar de psicología sin mencionar a Freud, y es que la mayoría conocemos las grandes contribuciones que realizó en esta ciencia; sin embargo, pocos sabemos lo importante y fuerte de su influencia en el mundo del arte; algunos lo creen el padre del surrealismo.

La mayor aportación que Freud nos dejó fue la Teoría del Psicoanálisis, presentada en 1896 y gracias a la cual se explica el comportamiento de la mente humana.



Según el psicoanálisis, es en el inconsciente donde guardamos los conflictos internos que, al no ser descubiertos, es imposible que una persona logre superar a sus “fantasmas”. Por esta razón, su práctica se volvió algo innovador para comprender la mente.

Ahora, en términos artísticos, debemos recalcar que si hubo alguna vanguardia que luchó por la transformación y el progreso del individuo, fue el surrealismo, que se vio influenciado por el psicoanálisis, especialmente en los siguientes cinco puntos:



1. Los sueños como forma de autoconocimiento





El libro de Freud “La interpretación de los sueños” fue publicado en 1900 y años más tarde fue traducido; de esta forma, pasó a ser influencia para los surrealistas, quienes buscaban plasmar el mundo onírico como provocación a la razón del espectador. Un ejemplo es la obra “Dos niños amenazados por un ruiseñor” creada en 1924 por Max Ernst, la cual representa una temática sobre los sueños estrechamente ligados al inconsciente.



2. El automatismo psíquico




Como bien mencionó Bretón en su manifiesto, el automatismo es un dictado del pensamiento, sin la intervención de la razón, ajeno a toda preocupación estética o moral; su empleo en el surrealismo es un claro ejemplo de cómo los artistas se inspiraban y buscaban lo mismo que el psicoanálisis: destapar el inconsciente para curar a la sociedad de la crisis en la que vivían.



3. Liberación personal del ser humano





Al igual que el psicoanálisis, en el surrealismo los artistas buscaban liberar al humano de sus ataduras y de la depresión de entreguerras que sufrían. Este movimiento logró un arte provocativo para poner en práctica el objetivo de la teoría: que el hombre se liberara y se encontrara con su interior.



4. Los deseos y represiones humanas




“Tres ensayos sobre teoría sexual” fue la obra más controversial de Freud, gracias a su argumentación de las represiones sexuales como causa de la neurosis humana. Estos textos cautivaron a los surrealistas por lo que crearon numerosas obras que no sólo abordaban la sexualidad, también otras represiones ligadas a los impulsos humanos. Un ejemplo es “La tentación de San Antonio” creada en 1946 por Salvador Dalí, y representa la soberbia, lujuria y ambición.



5. El consciente, el preconsciente y el inconsciente





Freud trabajaba con estos tres niveles para representar la mente humana y fueron los que influyeron a los surrealistas, y de manera obsesiva buscaban alejarse del consciente para averiguar lo que había en el inconsciente. Un ejemplo que pone a prueba los niveles es la obra “La traición de las imágenes” hecha en 1928/1929 por Rene Magritte, nos lleva a cuestionar lo que pensamos al analizar si realmente todo es o no como lo creemos.








Era tanta la afición de los que serían los fundadores del surrealismo con el psicoanálisis que André Breton viajó a Viena para entrevistar a Freud antes de escribir el primer manifiesto surrealista, aunque se dice que la conversación no fue muy buena; años más tarde y después de tres intentos, Salvador Dalí también logró charlar con Freud, y de igual forma, expresó su descontento.

De las vanguardias, el surrealismo fue el movimiento que se enfocó con mayor intensidad en la psique humana y en el inconsciente, al tratar de liberar al hombre de lo racional para llevarlo a mundos fantásticos que conectaran al espectador con su interior.






El surrealismo, sin duda, sumó profundidad al arte y gracias a su conexión con las enseñanzas de Freud, nos legaron obras artísticas que van más allá de algo visualmente bello. Cada obra surreal nos hace enfrentarnos a nuestros pensamientos, desde los más suaves y simples, hasta los más turbios y complejos.

Sólo al indagar es la manera en la que podemos entender nuestro interior y lograr la paz en el exterior. Una alternativa para obtenerlo es usar siempre nuestro lado creativo y emocional, tal como hicieron los surrealistas.

Publicado: domingo, 13 de noviembre de 2016

Beauvoir y otras filósofas que debes leer para entender de libertad, amor y maldad

¿A caso no filosofamos todos los días? Es una capacidad y necesidad humana, más no un privilegio masculino. Desde la antigüedad diversas mujeres se adentraron en el mundo de la filosofía, a pesar del desafío que esto significaba. Axiotea por ejemplo, una griega célebre por su pasión hacia la filosofía, quien vivió durante el 300 a.C., se concibió como filósofa tras leer la “República” de Platón. Para lograrlo se disfrazó de hombre y empezó a asistir a las lecciones del fundador de la Academia. Al igual que ella otras mujeres desafiaron las barreras, que desde siempre se le han impuesto al sexo femenino, para realizarse como maestras de la libertad, el amor y la maldad, a través de la filosofía.

El conjunto de reflexiones sobre la esencia, las propiedades, causas y los efectos de las cosas, el hombre y el universo motivaron a un grupo de valientes mujeres a defender sus pensamientos. Desde las filósofas griegas hasta las mujeres que se dedicaron a desmenuzar cada una de sus interrogantes en el siglo XX, se atrevieron a desafiar su presente para publicar las obras en las que desnudaron al hombre, pues su objetivo era comprender su relación con la voluntad, la emoción y la falsedad.


8. María Zambrano

“Sólo en soledad se siente la sed de verdad”.

Zambrano vivió rodeada de filosofía, su padre fue un importante filósofo que inspiró a la malagueña a seguir sus pasos. Su trabajo se conformó de ensayos y líneas poéticas, “El hombre y lo divino” fue una de sus obras más destacadas, misma que la llevó al exilio. Su legado hoy se considera parte fundamental de los estudios humanistas y sobre todo una exploración hacia lo que nosotros llamamos amor.

maria zambrano mujeres filósofas

7. Ayn Rand

“La ambición de poder es una mala hierba que sólo crece en el solar abandonado de una mente vacía”.

Dos de sus destacadas obras, “El manantial” o “La Rebelión de Atlas”, expusieron el gran análisis que Rand hizo en relación a la metafísica, ética, política y estética, como la única forma de vivir en la Tierra. Sus publicaciones la colocaron como una de las filósofas más reconocidas del s. XX; la maldad del hombre fue uno de los temas más explorados por esta filósofa.

ayn rand


6. Rosa Luxemburgo

“Hay que dar vuelta un mundo. Pero cada lágrima que corre allí donde podría haber sido evitada es una acusación; y es un criminal quien, con inconsciencia brutal, aplasta una pobre lombriz”.

Además de filósofa, fue una teórica Marxista muy activa en la política alemana. Luxemburgo escribió libros cargados de reconocimiento tales como “Reforma o Revolución” o “La acumulación del Capital”. Su papel es reconocido por su país hasta el punto de ser homenajeada cada enero en las plazas de Berlín. Además de abordar la historia alemana, se dedicó a encontrar sentido a la verdadera libertad de la que el hombre prescinde.

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5. Elizabeth Anscombe

Esta filósofa de origen irlandés escribió “Intention” y “Collected Philosophical Papers”, entre otras obras. Dentro de sus trabajos transformó los puntos de referencia de la filosofía moral y a partir de esos ejercicios logró replantear completamente las bases de la comprensión de la acción humana.

elizabeth anscombe


4. Simone de Beauvoir

“La naturaleza del hombre es malvada. Su bondad es cultura adquirida”.

La escritora parisina dedicó su carrera a enseñar y estudiar filosofía. A través de una línea existencialista y feminista, trabajó en sus destacados títulos: “El segundo sexo”, “La invitada” y “Los mandarines”. Su amplia obra fue reconocida por importantes premios como el Goncourt, pero también fue el legado con el que compartió todo su conocimiento sobre la verdadera esencia del amor y la maldad que conforma la naturaleza humana.

Simone De Beauvoir


3. Hannah Arendt

“El perdón es la llave a la acción y libertad”.

Arendt es una de las filósofas más importantes del s. XX y también se dedicó al periodismo y la educación. Centró su obra filosófica en la política y publicó “Los orígenes del totalitarismo” y “Sobre la revolución” para plasmar en la literatura su interés por la acción que lleva al hombre a encontrar su libertad.

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2. Edith Stein

“Todo lo que hacemos es un medio para un fin, pero el amor es un fin en sí mismo, porque Dios es amor”.

Conocida como Santa Teresa de la Cruz, de familia judía y beatificada en 1947, Stein luchó contra todo eso para convertirse en filósofa. Escribió “La mujer” y “¿Qué es la filosofía?”, publicaciones en las que logró plasmar parte de su formación religiosa sin desvirtuar las reflexiones filosóficas que la autora concibió alrededor del amor y la maldad.

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1. Simone Weil

“El mal es ilimitado, pero no infinito. Sólo lo infinito limita lo ilimitado”.

Esta filósofa francesa, reconocida por su literatura, es considerada una cristiana de textos místicos. Su obra fue publicada cuando ella falleció y entre ellas se encuentra “La condición obrera” y “A la espera de Dios”. A pesar de la temática sus textos no dejan de ser filosóficos, pues en ellos responde muchas de las preguntas que aquejan la existencia humana, su origen y su final.

mujeres filósofas

Todas estas mujeres pasaron a la historia como destacadas filósofas, escritoras y poetizas que dedicaron su vida a compartir el conocimiento sobre la reconstrucción que ellas mismas hicieron. Sus análisis indagaron en el entendimiento de la naturaleza humana, la cual está compuesta, indiscutiblemente, de amor, maldad y una añoranza por su libertad.
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